Sangre coagulada en trozos de locura, parecen caer como un
torrente por mis ojos, las pupilas cristalinas se ensanchan y ven… intento
mirar tras la rendija de lo desconocido, no alcanzo a palpar en este medio de letras que
cabalgan en mi faz, abstrusa continuidad.
Díscola en mis acciones arbitrarias, debo ceder ante las
fantasmagóricas figuras que se bifurcan en el tren de mis ilusiones... Sé que
sienten mi desasir, se hace evidente y no creo que el olor se desprenda de mis letras, el sabor agridulce
se espesa en un centáuride que busca su botín (mm medito que imagen tan
irreverente, cierto, pero si los miro hermenéuticamente, el botín puede ser el
dulce que agria el corazón de la caballita humana) continuo... Soy fluctuante
ante la dinámica relacional de sujetos, estoy sujeta a mi sujeto voluble.. Sujetada por un vitalismo intermitente, absurdo
y carente de método, vivo en la contingencia, zambullida ante el abanico de las
posibilidades... Dispongo de una pócima que extrae de mi torrente imaginario,
las dosis exactas para decantar mi tóxica energía de tánatos que a veces se exhibe de la manera más ridícula... Eso si
me rio de ella!!! pero luego ella me arranca los dientes, entonces para no
entrar en discusiones inocuas, hiere mi imaginación, la vida parece consumirme,
pero cuando está a punto de apagarse la llama de mi agua, el oleaje de la
quietud regresa para rechazar mi desvaído ser... Y realmente inicio a pintarlo
con una delicadeza extraordinaria, los espectros crean los pigmentos, los
anónimos hacen la mezcla, los fantasmas pintan mi retrato y ya esta... No sé
qué paso… Ni en que lugar sucedió, y no quisiera herir ninguna
susceptibilidad... Ya me hiero mucho, para
sumarle otras fuerzas en contraposición, por que de nuevo soy una humana viviendo la
cotidianidad de todos, respirando el mismo aire delicioso y pútrido que nos
contamina continuamente... Y plap el pestañeo de la luna me asfixia y todo
parece estar tan bien, letras, luna, hojas, tallos, asfalto, libros, miradas… Hasta
que miro nuevamente por la buhardilla de mi interior y de nuevo la
fragmentación todo está mal y llega de nuevo el tedio... el distanciamiento, la
soledad, la inhibición... Y bueno ya lo demás lo sabe o lo sabrá.. No hay transgresión, tranquilo la energía se encarga
de colisionar e impera una sobre otra, pero en términos cuantificables nadie
impera, porque la energía se transforma y se vivifica al unisonó de nuestro
entrelazamiento cuántico, rehúyen los pensamientos en un circulo cíclico,
recuerdos, deseos, acciones, acciones, deseos, recuerdos es un hecho
ineluctables la esfera del ser, el saber hacer y el hacer determina la raza
humana, de modo monocorde miramos a través de los búhos y nos sumergimos en
nuestros escondites arcanos y sublevados por nuestra condición diferencial...