Des amar
Gracias
por los espirales que se fueron con el calor navideño, por los tantos detalles
que tejían mundos de iridiscencias. Bellas centinelas que parecían codificar
amor eterno, llegaban como ópticas reminiscencias que se percibían en el aroma
inextinguible alienado con la emulsión de una alma enamorada, profusas flores
imaginarias se armaban en un tetris mental, cuando los ojos no dormían,
cansancio de un sueño, sobredosis de austeridad, distancias astrales,
apariciones... Y la soledad como una alada compañera que circunda en lo etéreo
de un misterio sin razones.