viernes, 3 de junio de 2016

Hoy es un buen día

Asciendo mi ki abro mis manos al cielo,
me activo con la fuerza motora del universo,
me estremezco en un agradecimiento perenne,
se eriza mi piel de tranquilidad,
la vida me tiene a salvo,
lo puedo sentir,
tanta sincronicidad que deletrea señales cósmicas,
siento la protección del espíritu de la naturaleza,
todo es perfecto en medio de la polarización de la impermanencia
todo es como debe ser,
el aprendizaje más que intensivo es sensorial,
mi cuerpo fragmentándose a trocitos,
me evaporo en tiempos vencidos
avanzo en la carretera de las experiencias
no me doy por vencida
sin miedo me entrego al delirio de mi propia existencia.