TÉCNICA: ACRÍLICO Y ÓLEO SOBRE LIENZO
El instinto salvaje se ve aminorado por la relación delicada de cuerpo y tierra, su mutua correspondencia fluye en un caudal de regocijo placentero, vivificando la pureza inicial del universo y la ingenuidad caótica que se moviliza a través del cosmos, irrumpiendo una trasmutación imparable que cede a la creación ilusoria de una especie...las especies y mí especie.