La lluvia crepitando ante el canto ahogado de los pájaros,
cae en la laxa suavidad de agua entre los vellos,
mientras su fútil circunspección aplaca el peso de los truenos en los poros, y un graznido sutil encarna la lluvia de nostalgia.
Agobiando el suelo allanado.
Se malgasta en torrentes que fluyen en las alcantarillas,
Para rehuir de forma catatónica,
entre los sótanos de los ríos tornasol,
acechan la grisácea humedad de los recuerdos,
para esconderse entre diáfanas palabras,
se empinan en medio del agua,
y mueven sus miembros en cámara lenta,
las paredes virulentas,
captan los movimientos imperceptibles de las esfinges de agua.