domingo, 15 de mayo de 2011
Mutismo indiferente
La indiferencia se explaya por los corredores moribundos de mi estancia, vagabundea con pretensión tras el raudal de baldosas contiguas, un silbido enlagunado y llantos indefinibles surcan los oídos de las paredes agrietadas, profundiza en las vertebras del tejado para caer furtivamente sobre el arrabal tupido de incertidumbres, al desplomarse se destroza su sinfonía estruendosa, y al oír el silencio que corre para subirse sobre mi regazo, no puedo dejar más que la suspensión de su vacio en mi pecho, su incapacidad de proferir me avasalla a tal punto de perderme en su mutismo inefable, perdiendo la noción de estar... solo puedo ser.