viernes, 5 de agosto de 2011

Insinuación dispar

Contoneando un ocho en las  caderas intento condensar el ritual,
el sudor fluye gorgoteante a través de las vertebras,
y se desliza con parsimonia por la piel febril,
el agua se dilata para acechar el rostro impávido,
mientras la presencia lacrimógena 
logra atravesar los limites de insulsa ingenuidad .

Se adentra en  la presurosa cercanía
que revoluciona los sentidos alterados.
aunque no hay receptor, más que el magnetismo endeble
que infringe el espacio sin don.

El silencio rechinando ante la lejana plenitud,
donde la sensación visceral toma su lugar
e irrumpe en el pedestal del antagónico actuar,
de inconstancia y genuina soledad.  

Ya que el mohín de extraño despertar 
se apresura con desesperado caminar 
para adquirir vida en el portal de la inanición.
 
La energía de él, mancha su  sino infernal,
Con veneno de felicidad…  

El o ella pronto se deben separar, 
porque la incongruencia
entrará con su férreo aniquilar 
y de nuevo dormirán
En los vórtices de su finita realidad.