miércoles, 11 de abril de 2012

Llueve como un pavo, aunque de pavo no tenga nada

llueve y en medio de todo me siento desahuciada, distinta y acorralada, un mapa visual irrumpe en mis pensamientos débiles y agujereados,  tomo un respiro, inhalo con profundidad mientras el galopeo exterior sigue su marcha de pim pom, mis manos se mueven atrofiadas, mis ojos siguen las letras con un sopor maloliente y mis dedos hierven ante el contacto del teclado.

 Mi cabello se enreda en mi caderas y de nuevo pienso, estoy deprimida, indago sobre los posibles índices que incitan mis sensaciones y no doy con el cabo suelto o tal vez si pero ese filamento no posee la solidez que añoraría, es solo la picazón que motiva mi lúgubre densidad, me siento caminando en fango, un geométrico collage de letras, canciones, imágenes, videos, cine y trocitos de todo revuelto con nada, tengo nauseas mental, escalofrió corporal y reflujo espiritual. 

Me pican las pestañas, y me rescato las entrañas, extraña coincidencia de cuerpo elementos, un poco de tierra, un algo de agua un tanto éter y un quisquilloso fuego que hace combustión con mi heladera sentimental, rayo con la estupidez en medio del delirio, sacudo mis plumas de léteo  y zarandeo mis imaginarios, profunda fornicación es la que habita en mi mente, el idealismo golpea al racionalismo en una batalla pendenciera , pum choque tras choque, de nuevo me siento levitar como las gotas  descendiendo, suicidas bailan antes de ascender al purgatorio, malditos destellos tan hermosos, manos gélidas se están paralizando debo ceder por ahora, adiós noche despreciable