jueves, 12 de julio de 2012

Tras el límite de una melodía

Mientras escucho time de inception de Hans Zimmer; voy volcando mis emociones a un túnel de felicidad inusitada, una autoprotección epifanica que al parecer contrasta con la nostalgia. Una lagrima cae, desciende lentamente en la soledad de mi cuerpo y un sollozo silencioso se atraganta en mi pecho, el sentido pierde su esencia, el ahora se jacta de una presencia artificial… Muero en vida y un suspenso húmedo y gélido cubre la inexistencia. Un espacio de infinito vacio se aglomera en mi mente. Rozo las murallas de los pensamientos ajenos, traspaso la evidencia en invisible decadencia, respiro el sufrimiento en la ataraxia. Soy el búho expectante que reclama la mirada ausente, soy el silencio impoluto con camuflaje trasparente, soy la reseña de un holón que evoluciona. Soy todo en una decima cubriente. Soy la humareda que desaparece en un sonido mudo…