sábado, 27 de octubre de 2012
Entonces sopesando ...
Algo nostálgica … Todo se esfuma tan deprisa, los seres se van desmoronando en mi castillo de etéreas conjugaciones.
Tal vez es mi culpa, tal vez la de ellos, tal vez las de ambos o tal vez el destino en su ceguera que palpa equívocamente con su bastón de paradojas…
Es posible que no quiera ser humo etéreo y escurridizo que no congele ni un instante imperceptible. Cuajar en el fondo de la esencia es mi premisa, persistir en el juego del tiempo y acechar el engaño imperial de la difusa realidad.
No quiero esto con usted, ni conmigo. Un no!!!, perenne. Me rehusó como la luna que siempre pétrea se rehúsa a descender su sonrisa, ella solo puede estar plena, sonriente, ausente y en silencio... Antagónica ante la oscuridad visceral, el pánico ancestral no se inmiscuye en su potestad. No la acaricia su peor enemigo que es la insaciabilidad…