Entre mustia.
Entre besos de seda
Entre sueños de pigmentos
Entre caricias de cera
Entre cerillas de encanto…
Me pierdo una y otra vez en medio de las horas,
de espeso magnetismo.
Entre sus volutas de humo,
que se cruzan entre en las líneas de mi piel
me voy desdibujando lenta y sutilmente
por su aliento borrador.
Me consumo en su dulce olor a nicotina
Que enrola mis sentidos,
por medio de sus lazos infinitos
que yacen indeterminados en su testa laureada,
caen brumosos como riachuelos zigzagueantes
en la infinitud de sus ensortijados cordeles.
No se extingue ante la contorsión de la nubosidad aérea,
la luna palpitante acecha entre centellos iridiscentes
se camufla por intervalos insospechados
en esquirlas de estrellas espolvoreadas,
por que aun asi, no agota su sortilegio raudo e idílico
se explaya en nuestra psique itinerante.
Mientras la anfetamina del encantamiento se diluye con cautela
en medio de nuestra sangre grisácea y veteada de negro solsticio.
las cenizas de su cigarrillo aun no se desvanecen,
continuan en la densidad del cosmos.