21 julio 2009 10:12 pm
El silencio calla como un pequeño trazo en el lienzo, los pensamientos inválidos carecen de toda soltura manifiesta. Indeterminadas partículas de aire son succionadas por mis fosas nasales, sin determinar la calidez ni el vigor de cada una de ellas, son inspiradas y expiradas repetitivamente, sin menguar el paso presuroso de los pensamientos venideros, la opacidad llega con su dosis nociva sin permitirme despellejar cada uno de ellos en su intento de fechoría maquiavélica... Solo queda esperar el largo trayecto visual y emocional.
Pero algo he de lograr sin tener que esperar… en un tiempo indeterminado vislumbro su masacre donde perecen en el intento. Muerte rotunda...
Resurge un equilibrio en el cariz, una curiosidad por lo que deseo que suceda y donde desconozco cuál el deseo locuaz, desear sin saber con precisión lo deseado... pueda llegar sin antelación. Pero ¡deseoo! con ansias inhibidas y melancólicamente reprimidas.
Los sesos se devanean inquisitivamente, ¿por qué sucede?, ¿por qué pasó?, porque se fue y solo un silencio profundo quedo. ¿Pero quién se fue?... aun no lo se... Una epifanía tal vez.
