Es el ciclope acuático el que se zambulle en abismos líquidos,
mientras nada en retroceso,
la energía centrifuga se difunde en su ojo,
la pupila parece henchirse de interrogantes inadaptados,
pero las preguntas cesan ante la carencia de respuestas, todo cesa...
Inicia el devenir,
solo puede ir en contra de la corriente,
el ciclope raudo se precipita entre las riberas,
se pierde en miles de destellos de tornasol,
mientras las olas se azotan entre si,
crean el estrategema perfecto para aniquilar al ciclope;
el ciclope atado en nudos de agua,
preve el abismo huracanado que lo extinguirá.
Solo halla una solución
y de súbito las miradas del ciclope reverberan en palabras,
como fuente de musas que acicala el porvenir que ha predicho jano...
