jueves, 21 de julio de 2011

Elixir de neófitos

Anahuasca - Analogo de la ayahuasca

El brebaje estaba terminado, engullí con desprecio la sustancia terrosa, y espere con ligeras ansias el auditorio inesperado, los minutos corrían apesadumbrados por el canguelo de una decepción de semana, hasta que irrumpió una visión aguzada, me hizo la venia y me dio la bienvenida a la sensibilización de la energía de mi orbe, hebras de energía invisible se movían con lentitud en el despliegue de mis movimientos, absorta en las delicadas hebras mágicas, zarandeaba mis manos de un lugar a otro, mis ojos no consentían la perfección de esos extraños hilos, mi energía refractaba en la dirección que la llevase, y mil centelleos blancos se suspendían en la atmosfera siendo espectadores, sopese una posibilidad, y masculle una posible hipótesis, ¿tal ves posterior a morir, nos convirtamos en una sublime luz que persiste en esta dimensión limitada, para que los efímeros humanos intuyan el bagaje ilimitado de posibilidades de ser y de sentir?...

Deje a un lado el análisis, y mi sentir empezó a escrutar el espacio, luces serpenteando se movían de un lugar a otro en la habitación de mediana luz, una misteriosa sensación de paranoia me acogió rápidamente, temía, no sé que temía no podría precisarlo, miraba el lugar con cuidado desde la esquina de la habitación, hasta que me sorprendió un rostro ineludible, me aturdió los sentidos y se hallaba perpendicular a mi cuerpo, el rostro tristísimo sesgado por la oscuridad me miraba, yo pavorosa no era capaz de vislumbrarla con detalles, solo ella poseía el arma de observarme, tal vez era una deidad, pero luego lo comprendí…
Esa longeva mujer, saturnina y sofocada por la vida, era yo… mi mismidad, muchos años después, pero como era posible alucinar mi rostro, yo no quiero durar tantos años susurraba a mis adentros, desde que era una párvula pido al cosmos que me extraiga de esta tierra y que pueda surgir volátil en medio la inmensidad de galaxias hmm que delicia es soñar y más aun si es despierto.

Impetuosos rostros… los veia nítidamente, entre trapos y paredes, hasta que la paranoia me abandono, solo se fecundaba en mi vientre la sensación vomitiva, me sentía perturbada de que tuviera esa sensación enfermiza dentro de mi cuerpo, mil demonios se estaban contorsionando dentro de mí y no querían marcharse, pero yo no los deseaba, por más que los acariciase, solo es un cariño momentáneo que ultrajo para luego devanarlos con mi luz refulgente.
Pasaban las horas y los destellos me habían abandonado por completo, empero el combate interior seguía aniquilándome…

Por fin la querella no tenía más espacio y corrí al patio con precipitación, la inflexión de mi torso y mi cabeza bamboleándose de un lugar a otro, no predecían al arrojamiento del engendro energético, que había persistido en mi por eones, !!Aborte¡¡¡ finalmente tuve una catarsis vomitiva, pero extrañamente no era tangibles y no la podía visualizar con mis ojos, no mis ojos delimitados por esta dimensión, pero sé que vomite, expulsando de mi todo engranaje pertinaz de maldad…
Me sentí liberada e intente dormir, aunque me atropellaran mil imágenes con sonidos salvajes que eran verdaderamente genuinos. Mostrando el poderío de los elementos en colisión. Ahora recuerdo y todo fue tan bello, como la acción.