lunes, 29 de abril de 2013

Idilio del ojo

Besar con los ojos, seducir entre parpadeos sinuosos y llegar al paroxismo de un ojo dilatado (...)Mirar de un lado al otro , insinuarse fogosamente en el movimiento detallado, de una mirada que se contonea sin miramiento, ocultarse, cerrando los ojos, que sin mesura ya han estallado en una emoción sin gravitación, agudizar el lente, proyectar la imagen de deseo, hacer el transito paulatino de la refracción de la luz que delinea las sensaciones oculares, estimular la retina con suaves movimientos, danzar con las pestañas que se empinan pretenciosas, perforar el aire con la irrupción de un pestañeo… Perderse en la longitud de una mirada que desaparece, un aquí y un ahora que se ha ido.