martes, 28 de junio de 2011

El vértigo de una noche sin fin

Espasmos de una eterna fruición con gea...
Mientras los días de impecable percepción,
aumentaban en la alteridad fractal.
Espectros halaban de mis ojos, instándome al frenesí perpetuo,
debía someter mis sentidos al equilibrio de la ficción psiconauta
la percepción se difundía con el éxtasis del universo.
La naturaleza refractando mensajes ultrasensibles,
en la continuación de hierba resplandeciente
la profusión de múltiples mandalas
me introducían en un laberinto de iridiscentes sensaciones,
divagando en el desierto de dimensiones fragmentadas,
corría al ritmo del viento,
mientras me difuminaba con el tacto de la luna,
sus colores contoneandose al unisono con el crepitar ansioso de las llamas,
mi cabello ensortijado chocaba entre los movimientos del aire,
mientras la naturaleza sobrenatural, me abría las puertas de lo desconocido
los sentimientos me albergaban con una profunda conexión casi ineludible,
los sentidos ascendían entre obeliscos zizagueantes,
mientras me contraía en la plenitud,
Hasta que las figuras amorfas se deslizaban en la velludes de la tierra,
pude comprender el juego cristalino de la esencia.